Bienvenidos a Srta Opositora, hoy te quiero enseñar qué es el método SMART para definir objetivos y cómo puedes aplicarlo en los estudios y los exámenes. También te hablaré sobre cómo resulta especialmente valioso este método a la hora de prepararse oposiciones y exámenes de alto nivel, como los exámenes de la función pública. Además, te daré ejemplos de técnicas de estudio específicas que se pueden aplicar para lograr estos objetivos. Quédate porque esto te interesa.
SMART es una metodología para definir objetivos. Se trata de un acrónimo del inglés a través del cuál se explican las características básicas de los objetivos SMART. Éstos deben ser Específicos (Specific), Medibles (Measurables), Alcanzables (Achievable), Realistas (Realistic) y de Duración Limitada (Time-bound). Sirve para establecer y lograr objetivos, especialmente cuando te enfrentas a numerosas tareas exigentes, como estudiar un gran volumen de temas y una intensa preparación para exámenes, como en el caso de las oposiciones.
S significa Específico. A la hora de fijar tus objetivos, es importante que sean claros, precisos y comprensibles. Debes ser específico sobre lo que desea lograr y cómo lo logrará.
M significa Medible. Deberías poder medir el progreso que estás realizando hacia el logro de tus objetivos. Si tu objetivo es estudiar una cierta cantidad de páginas todos los días, ese es un objetivo mensurable.
A significa Alcanzable. Establecer objetivos poco realistas desde el principio podría desmotivarte si no puedes alcanzarlos. Una meta alcanzable requiere esfuerzo, pero realmente puedes lograrla con la estrategia y el compromiso adecuados.
R significa Relevante. Tus objetivos deben ser coherentes a lo que intentas lograr. Si tu objetivo es realizar un examen competitivo y aprobarlo, tu plan de estudio debe centrarse en temas específicos relacionados con esa prueba, en lugar de temas generales.
T significa Con plazos determinados. Cada objetivo debe tener un plazo bien definido. Esto crea una sensación de urgencia, previene la procrastinación y sirve para medir tu progreso.
Te voy a poner un ejemplo: imagina que estás estudiando para lograr una plaza para gestión procesal, es importante tener metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos determinados. No puedes permitirte el lujo de deambular sin rumbo por el extenso temario.
¿Cómo puedes hacer que tu progreso sea cuantificable?
Sencillo, desglosa tus objetivos de estudio en partes más pequeñas. Si necesitas estudiar un temario extenso, divídelo en bloques o capítulos. De esta manera, tendrás una idea clara del ritmo al que necesitas estudiar para cumplir con tu plazo.
De manera similar, planifica tus simulacros en días específicos y toma nota de tus fallos. Te recomiendo que apliques una herramienta muy buena que es la Libreta de Fallos (ya te hablaré de ella en otro vídeo) De esta manera, podrás medir claramente tu productividad y comprender dónde necesitas mejorar.
Supongamos que tu objetivo es estudiar durante diez horas diarias. Puede que eso no sea posible en la práctica, considerando factores como los niveles de concentración y la fatiga física y mental. Es esencial establecer programas de estudio realistas y alcanzables.
Para empezar, podrías intentar estudiar sin problemas aplicando la Técnica Pomodoro…intervalos de 25 minutos de estudio seguidos de cortos descansos de 5 minutos. Conforme vayas acostumbrándote a esta técnica puedes aumentar el tiempo estudiando. De esta manera, el objetivo será claramente alcanzable y con el tiempo podrá intensificarse sin estrés ni agobios.
Para un examen de gestión procesal, los objetivos de su estudio deben estar directamente relacionados con el temario que entra en el proceso. Tu material de estudio debe ser concreto, directo, coherente y completo.
Sin un cronograma definido, es fácil sucumbir a la procrastinación. Entonces, para cada tarea de tu plan de estudio, asigna un período de tiempo específico. Esto no sólo fomenta la eficiencia sino que también garantiza tu avance en el temario. Para eso te recomiendo el vídeo sobre Time Blocking, que te lo dejo en la esquina de arriba.
El método SMART consiste en darle una estructura coherente a tu rutina de estudio. Al establecer objetivos específicos, mensurables, alcanzables, relevantes y con plazos determinados, es más probable que veas mayores niveles de productividad y mejores resultados. Sin embargo, recuerda siempre que el método SMART no es una fórmula milagrosa que pueda sustituir el trabajo duro y la dedicación. Requiere de un compromiso por tu parte para cumplirse. Es una herramienta que, combinada con eficacia y disciplina, puede mejorar significativamente tu rendimiento y acercarte un paso más al trabajo de tus sueños.
Ten en cuenta que cada individuo es diferente y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Es posible que debas modificar o ajustar estas estrategias según tu experiencia, porque se trata buscar lo mejor para ti y de mejorar siempre.
Estudiar duro es fundamental, pero trabajar inteligentemente es igualmente importante. La metodología SMART te ofrece un enfoque estructurado para aprovechar al máximo tu tiempo y tus recursos, recuerda que el éxito es una mezcla entra talento y constancia.
Termino hablando sobre los objetivos SMART haciendo hincapié en el valor de la mejora continua. Examina tus hábitos de estudio con regularidad e identifica las áreas en las que puedes mejorar.
En este contexto, la introspección puede ser una herramienta valiosa. Hacerte y responderte preguntas sobre tus fortalezas y debilidades puede indicarte las áreas que necesitas mejorar. También puede resultar útil hacer un diario, una autoevaluación y buscar valoración externa.
Espero que puedas aplicar este método en tu día a día para mejorar y avanzar en tus estudios y que te sea de gran utilidad.
Tus objetivos ya no son sueños lejanos, son peldaños hacia tus metas. Comienza a dar pasos hoy y observa cómo cada paso te acerca a tu destino.