¡Hola opomelillo! Quiero contarte hoy cuáles son mis 10 mejores trucos para estudiar el BIR, sí, esa oposición tan dura y que tanto exige. Espero que te sirvan y te ayuden a afrontar tu día a día con los apuntes, sea cual sea la opción que quieras preparar, porque son válidas para cualquier tipo de estudio al que te enfrentes.
1. Estudia con orden.
Para mí es imprescindible guardar un cierto orden y limpieza en el espacio de trabajo antes de empezar a estudiar. Una mesa despejada me transmite paz y calma. Simplemente, recojo mi material después de cada sesión de estudio y dejo el escritorio preparado para la siguiente vez que me ponga a trabajar.
2. Tenlo todo a mano.
También es muy importante tener cerca todo aquello que voy a necesitar: el estuche, los cuadernos, la papelera, el ordenador, los post-its…
Con ello evito tener que levantarme a por lo que necesito y evito distracciones.
3. Cronómetro en marcha.
Parece una tontería pero para mí es primordial tener un cronómetro con el que medir el tiempo efectivo de estudio. Me permite llevar un seguimiento de las horas reales que empleo en cada bloque para poder detectar en qué momentos del día mi mente está más dispersa. Me ayuda a rendir más y mejor.
4. Técnicas de estudio.
Esto da para un post completo, pero básicamente suelo seguir el mismo patrón: leer, subrayar, resumir y repasar. Todos los días realizo preguntas tipo test para ver mis fallos y en qué parte del temario debo insistir más. Las autoevaluaciones imprescindibles para comprobar mi nivel de avance y la corrección de los simulacros da también para otro post…hablaré de ello más adelante.
5. El ambiente óptimo.
Yo soy de crear un ambiente de estudio en el que sentirme cómoda: una vela encendida, música relajante de fondo (me gusta poner muy bajito algo de música clásica o incluso sonidos de lluvia y tormenta), un té o un café y ropa holgada como un chándal o un pijama. Incluso hay veces que pongo el humificador con esencia de naranja.
6. Fuera distracciones.
Esto es muy obvio, pero si realmente lo necesito, dejo el móvil apartado. En este punto debo mejorar, porque suelo tenerlo al lado, en silencio pero cerca. Si necesito concentración máxima, uso unos cascos aislantes del ruido.
7. Biblioteca vs opozulo.
Si puedo elegir, me decanto por la biblioteca. Todo tiene sus pros y sus contras. En la biblioteca me distraigo menos, me motiva ver gente estudiando a mi alrededor, pero supone un esfuerzo ir expresamente a estudiar allí. Quedarme en casa supone distracciones del tipo: ir a la nevera a picar algo, ruido de los vecinos, estudiar sola…
8. Motivaciones.
Pensar en que voy a conseguir lo que quiero y para lo que me estoy preparando es mi mayor motivación. No nos engañemos, estudiar una oposición es muy duro, no es un proceso del todo agradable, pero intento verle el lado bueno, me gusta aprender cosas nuevas y compartir con los demás mis sueños e ilusiones. Ver como cada día voy avanzando es un añadido y los días que me encuentro algo menos motivada, intento dedicarlo a otras cosas que también son importantes en mi vida: mi familia, mis amigos, mi trabajo…
9. Alimentación y ejercicio.
No llevo una dieta como tal, intento comer sano y de todo. Para los momentos así de estudio, unos snacks para reponer fuerzas que me van genial son un poco de chocolate negro, frutos secos, té o café…y he comenzado a tomar un suplemento con vitaminas y minerales que se llama Berocca.
En cuanto al ejercicio, me viene genial salir a andar 30 minutos al día y hacer algo de estiramientos, parecido al yoga, pero de forma que yo lo he adaptado a mis necesidades.
10. Disfruta del camino.
¿Qué sería de la vida si no la disfrutásemos? Tengo claro lo que quiero conseguir y cómo hacerlo, sin perder la esencia de vivir las experiencias que tengan que sucederme. Todo forma parte de un ciclo de aprendizaje, los aciertos, los errores, los problemas, las alegrías…solo hay una oportunidad y cuando la «luz se apague» solo quedarán los recuerdos y los momentos vividos. La oposición es un camino más que nos acerca a una meta, con muchos baches y muchas piedras, pero también con muchos paisajes y puestas de sol que ver. No hay mejor manera de quererse uno mismo que valorar por lo que estamos luchando, dejando atrás opiniones y críticas de las personas que no entienden de autoamor.