Una persona empoderada es aquella que sabe todo sobre sí misma, que es capaz de adaptarse y aceptar cambios y da valor a sus acciones gracias al conocimiento de sus facultades y habilidades.
El camino hacia el autoconocimiento hay que recorrerlo desde el análisis profundo y consciente de nuestras propias fortalezas y debilidades. Una persona que se conoce es capaz de aplicar ante los éxitos y las adversidades de la vida una actitud serena, gestionando las emociones de modo responsable y anticipando los obstáculos que le puedan ir surgiendo. Para ese viaje profundo al interior de nuestro ser es imprescindible llevar consigo dos cosas: en primer lugar, un registro de las acciones, pensamientos y reflexiones que vamos incorporando sobre la marcha para que quede constancia de nuestras experiencias y aprendizajes; y en segundo lugar, una serie de hábitos y disciplinas que permitan establecer una conexión directa entre el cuerpo y la mente (el mindfulness, por ejemplo).
Los beneficios de este viaje no son pocos
Tomar un compromiso pleno de nuestras capacidades y de cómo éstas influyen en nuestro entorno puede dar unos resultados extraordinarios a la hora de establecer relaciones y sinergías en varios ámbitos de la vida: el académico, el laboral, el personal, el emocional…y tomar conciencia de nuestros errores hará que podamos mejorarlos, cambiarlos, rectificarlos e incluso adaptarlos al momento en el que vivimos. En el libro «Pensar rápido, pensar despacio» de Daniel Kahneman podemos encontrar resumidamente los estudios que este psicólogo realizó sobre cómo nuestro cerebro, y por ende, nuestro comportamiento ante distintas situaciones es capaz de reaccionar. Observó que podemos actuar de dos formas como consecuencia de la toma de decisiones: una más rápida, automática e irracional que nos lleva a cometer errores y otra más lenta, racional y meditada, que nos ayuda a equivocarnos menos. Pues bien, el autoconocimiento nos proporciona la virtud de poder hacer un uso reflexivo en nuestra toma de decisiones y de enfrentar de forma más eficiente los problemas de la vida ya que, sabiendo cómo nuestros impulsos pueden ser refrenados o comedidos y cómo podemos reaccionar ante ciertos estímulos, seremos capaces de cometer menos fallos.
El método DAFO puede ayudarnos en este proceso
Para realizar este ejercicio necesitamos sentarnos junto a una mesa, coger lápiz y papel y empezar a analizar una serie de parámetros que nos caracterizan. En un papel en blanco vamos a dibujar un cuadrado grande y lo vamos a dividir en cuatro partes iguales trazando dentro del cuadrado una línea vertical que lo parta por la mitad y otra línea horizontal también por la mitad.
El método DAFO trata de establecer con el análisis interno y externo de los aspectos más relevantes de nuestra vida, aquéllos que están relacionados con nuestras Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Asumir de manera consciente cuáles son y dejarlas por escrito dará evidencias suficientes para entender cómo actuamos y por qué, además de tener una referencia para poder mejorar esos puntos de control que no nos convienen o nos sobran y reforzar los que sí nos aportan beneficios.
Cómo alcanzar el autoconocimiento:
- Debemos reflexionar sobre nuestra forma de hacer las cosas, nuestros intereses y motivaciones, de qué nos impulsa a ponernos en acción.
- Identificaremos nuestros pensamientos y la forma de decirnos las cosas internamente. Si sentimos que es la hora de un cambio, avancemos para conseguirlo.
- Diferenciaremos entre lo que somos y nos gustaría ser, para analizar y descubrir cómo debemos tomar decisiones.
- Tomaremos los riesgos que necesitemos para dar ese primer paso hacia cómo queremos ser, recordando que nuestra vulnerabilidad se puede convertir en fortaleza.
- Descubriremos nuestro propósito en la vida, sin él nos falta el impulso para seguir luchando.
«Un viaje de mil kilómetros comienza con un primer paso».
Lao-Tse
El autoconocimento nos lleva a tener una mejor y más clara organización en nuestra vida, mejora nuestras relaciones con el entorno, desarrolla nuestro talento, incrementa nuestra motivación, nuestra satisfacción personal y desarrolla nuestro talento. Todo ello con el simple gesto de abordar nuestro interior de una manera respetuosa y sencilla.
Espero que este post os haya ayudado a conoceros mejor y sin duda, os haga mejores personas. Un beso soñador :*